ANECDOTARIO

A PARTE DE BIBLIOTECARIOS... DOCTORES!
Así es, en una ocasión una chica llegó con hipo a entregar libros y comentaba que no podía curarse, entonces la bibliotecaria en turno le dijo: -tienes multa por $1000 pesos- a lo que la chica espantada empezó a reclamar y cuestionar, De pronto la bibliotecaria la interrumpe: -no te creas, ¿ya se te quitó el hipo?- y efectivamente, el hipo desapareció, la chica dio gracias y se fue. A parte de biblotecarios, doctores!

viernes, 8 de diciembre de 2006

POR QUÉ TE QUEJAS









POR QUÉ TE QUEJAS…
Si todo el tiempo haces sólo lo indispensable, por qué te quejas que no se te tome en cuenta para otros proyectos.

Si no eres capaz de compartir lo que sabes, por qué te quejas de que los demás no se te acerquen.

Si te vences ante la primera dificultad, por qué te quejas de quedarte sólo en el camino.

Si ante los problemas no eres capaz de afrontarlos, por qué te quejas de que siempre se te llame la atención.

Si cuando tienes dificultades te gusta que todo mundo se entere, por qué te quejas que pocos confían en ti.

Si a la hora de cooperar te encierras en tu concha, por qué te quejas de que nadie te toma en cuenta.

Si a la hora de reconocer errores siempre estás inconforme, por qué te quejas de que te cueste trabajo superarlos.


No te preparas y anhelas ganar más.
No hechas raíces y deseas ser reconocido.
No lees cada día y pretender estar preparado.
No maduras y sueñas con ser respetado.
No sirves a otros y quieres que ser popular.
No trabajan tus manos y quieres ser creativo.
No eres eficaz en lo cotidiano y sueñas con un puesto mejor.


Por qué pides, sino sabes dar.

Por qué reclamas, si de nada te sirve.

Por qué si eres tan comunicativo, no dejas expresarse a otros.

Por qué si te impresiona el dolor ajeno, no eres tolerante cuando tú eres parte del problema.

Por qué si te enojas, te molesta la incomprensión de los demás.

Por qué criticas, si nunca eres capaz de dar una propuesta de mejora.

Por qué te quejas, si sigues cometiendo los mismos errores.

Por qué quieres más, si no has demostrado ser mejor con lo que tienes.

Por qué exiges cambios, si no se puede confiar en ti.


Autor: Isidro Conde González
Algunos párrafos adaptados de escritos de William Shakespeare